E.F. Mª Cabeza Arellano Martínez

Nadie podía imaginar antes de comenzar el partido, y tras la última y única derrota del equipo de los profesores en el mes de diciembre, que el resultado final del encuentro de baloncesto entre profesores y alumnos acabaría con una victoria humillante de los primeros. Esa era sensación inicial que se incrementaba al apreciar bajas importantes en el equipo que una vez más dirigía Domingo "el cura" López. 

A Javier Infantes le solicitó una cita el padre de uno de los alumnos de bachillerato a los que nos enfrentábamos.  Sospechoso, ¿no?. Manuel Jesús Mimbrera se presentó en el partido con una baja médica del psicólogo que decía algo así como que ya no estaba para estos trotes y que de jugar, le podría ocasionar secuelas psicológicas permanentes por su nefasto estado de forma. A Paco el monitor, más conocido como "la guadaña", le falló el afilador quien lo dejó tirado en el último momento, y Paco sin su guadaña afilada, es como Messi sin sus piernas.  Por último, la estrella del equipo Matías, causó baja por una enfermedad conocida como "el síndrome de la segunda cerveza" que viene a ser según explicado por sus compañeras de compensatoria , algo así como que tras tomarse el día de antes su segunda cerveza, entró en barrena total).

Con este panorama tan poco halagüeño, el equipo de profes basaba sus esperanzas en la calidad de Abraham, pero este exquisito jugador comenzaba el partido lanzando un triple (por no llamarlo patusco, o pedrada) que casi destroza el tablero del pabellón municipal. Gracias a Dios, Gabriel Denia  y Manuel Nevado nos enseñaron el camino, uno con su tiro exterior y el otro con su dominio bajo los tableros. Abraham se contagiaba y las empezaba a enchufar.  Domingo dirigía al equipo con eficacia y sapiencia y quien les escribe y su compañero de departamento José Antonio Tena, seguíamos corriendo como al principio (es lo único que sabemos hacer en este precioso deporte). Eso hizo que el colectivo se impusiese a la calidad individual del equipo de los alumnos, que este trimestre han vuelto a la realidad, que no es otra que la derrota.

Para terminar, paso a transcribir la digna petición que nos hizo llegar uno de los jugadores del equipo rival: "Asumimos la derrota y felicitamos  a los profesores por su victoria, pero nos negamos a jugar el partido de final de curso, si Domingo participa en el mismo sin un bozal".

 Estudiaremos su petición y en caso de aceptarla, nos veremos en el próximo partido. 

Gracias al público por todo el apoyo demostrado a lo largo del encuentro.